martes, 9 de febrero de 2010

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

carolina martin esteves 1.b CRUZ RUIZ He estado este viernes con María Rosa Alonso, una de las intelectuales españolas que de manera más vigorosa ha mirado el pasado para ver mejor el presente.
Tiene ya 98 años; ha pasado algunos achaques que tienen que ver con los rasguños voraces del tiempo -"el tiempo, ese gran libro", me dijo-, pero mantiene su lucidez feroz, su independencia en buen estado, lo cual es una garantía de una conversación profunda y seria para quien se le acerque.
Ella añora, cómo no, sus años del extranjero, su aprendizaje en Venezuela, su relación con José Ortega y Gassett y con Julián Marías, sus años de La Laguna, cuando se arriesgó a ser de las pocas universitarias de esta tierra, y cuando renunció a su carrera, por unos años, para dedicarse a las abnegadas labores de hija. Y añora, claro, su enorme biblioteca madrileña, en la calle Pilar de Zaragoza; ese era su mundo, lo sigue siendo, porque ella habita en los libros y es habitada por los libros y por las ideas.
rosa alonso

Anónimo dijo...

carolina martin esteves 1.b CRUZ RUIZ He estado este viernes con María Rosa Alonso, una de las intelectuales españolas que de manera más vigorosa ha mirado el pasado para ver mejor el presente.
Tiene ya 98 años; ha pasado algunos achaques que tienen que ver con los rasguños voraces del tiempo -"el tiempo, ese gran libro", me dijo-, pero mantiene su lucidez feroz, su independencia en buen estado, lo cual es una garantía de una conversación profunda y seria para quien se le acerque.
Ella añora, cómo no, sus años del extranjero, su aprendizaje en Venezuela, su relación con José Ortega y Gassett y con Julián Marías, sus años de La Laguna, cuando se arriesgó a ser de las pocas universitarias de esta tierra, y cuando renunció a su carrera, por unos años, para dedicarse a las abnegadas labores de hija. Y añora, claro, su enorme biblioteca madrileña, en la calle Pilar de Zaragoza; ese era su mundo, lo sigue siendo, porque ella habita en los libros y es habitada por los libros y por las ideas.
rosa alonso