domingo, 15 de febrero de 2015

CON ÓSCAR BACALLADO

ANIMACIÓN A LA LECTURA: PROYECTO "LA CAJA OBLONGA" 
 



sábado, 14 de febrero de 2015

CREACIONES LITERARIAS DEL ALUMNADO


EL PASADO EN EL PRESENTE


En una noche fría de invierno de 2014, en un internado de Houston, murieron hace 32 años dos niñas Marta y Lucía. Yo naturalmente no creía. Por la noche me desperté sobresaltado por un ruido, fui al pasillo y la vi a ella, a Marta. Corrí a mi cama, me oculté debajo de las sábanas, pero no sirvió de nada. Sentía como si me miraran, me observaran. El miedo se apoderó de mí y lloré hasta que no me quedaron lágrimas. No sabía que hacer, no creía lo que había visto. ¡Estaba muerta!. Quise pensar que era un sueño pero en realidad, no estaba soñando. Me quedé toda la noche en vela.
A la mañana siguiente tenía Lengua con la profe que más años llevaba interna, al finalizar la clase me acerqué a ella y curioso le pregunté:
 - Profesora -le dije.
- ¿Tú no deberías estar en clase?- me respondió seriamente.
Le pregunté sobre el acaecido hecho de la muerte de Marta y Lucía. Ella me cambió de tema y me dijo:
- Tengo cosas que hacer- y salió pálida por la vieja puerta de la clase.
 Me quedé extrañado y sabía que la profe escondía algo y yo lo averiguaría.
A la noche siguiente fui a dar un paseo al patio trasero en frente del torreón, miré al torreón y me quedé pálido porque ahí vi a la hermana, Lucía. Me froté los ojos, dejé de mirar, volví a mirar y no la vi. Cuando me disponía a marcharme Lucía apareció detrás mío y entre sollozos… súplicas me susurró:
- ¡Ayuda! Ella tiene la culpa ¡Ayuda!
 Corrí, corrí y corrí, me tropecé con una piedra en el camino. En el suelo vi a la señora de la limpieza y la cocinera entrando en una caseta destartalada, nunca había visto esa caseta. Así que las seguí, miré por la ventana y dentro estaba la señora de la limpieza sujetando una cabeza.- ¡Oh no! Esa es la cabeza de Marta. Me sorprendí. Con la boca abierta corrí todo lo que pude y más hasta mi cuarto. Hiperventilando cerré la puerta, la ventana, la cortina, a la puerta le pasé la llave. Apagué la luz, me oculté debajo de las sábanas mientras repertía: es un sueño me despertaré en cualquier momento- repetí una y otra vez.
A las 7 de la mañana tocó en mi puerta la señora de la limpieza
- Sal, ya tienes que bajar a desayunar. Órdenes del director-
Me vestí y bajé al salón-comedor. La cocinera me dijo:
- ¿Que te pasa hijo? estás muy pálido- me dijo.
Yo asustado le dije:
- No me pasa nada
Cogí el desayuno y me senté solo. Mis amigos no entendían nada, ni yo tampoco. Se lo conté al director y pensó que yo estaba loco, llamó al manicomio y me llevaron. Yo, feliz porque nunca volvería a a ver ni a Marta ni a Lucía,... o eso creía yo.

DANIEL DORTA LÓPEZ 
KEVIN TANAUSUT GONZÁLEZ CORREA